viernes, 19 de septiembre de 2025

RENDIMIENTO Y RESILIENCIA DEL S&P 500: UN DIAGNÓSTICO ESTADÍSTICO Y MACROECONÓMICO

 

Actualmente, la Fed ha mantenido una postura de vigilancia sobre la inflación y la tasa de empleo. Las proyecciones indican que cualquier cambio en las tasas de interés se basaría en datos económicos concretos, evitando movimientos bruscos que puedan afectar el crecimiento. La política monetaria actual, que busca un equilibrio entre la estabilidad de precios y el pleno empleo, es favorable para las empresas y el mercado de valores en general.

El Producto Interno Bruto (PIB) ha mostrado un crecimiento sostenido, lo que sugiere una economía robusta. La inflación, aunque ha sido un tema de preocupación, ha mostrado signos de estabilización. La tasa de desempleo se mantiene en niveles bajos históricos, lo que indica un mercado laboral sólido. Estos factores, en conjunto, crean un entorno propicio para el crecimiento corporativo, lo cual se refleja positivamente en el S&P 500.

Las tensiones geopolíticas, como el conflicto en Ucrania y las fluctuaciones en los precios del petróleo, son riesgos persistentes. Sin embargo, la diversificación global del S&P 500 y la resiliencia de la economía estadounidense han mitigado en gran medida su impacto directo en el índice.

El sector de Tecnología de la Información tiene el mayor peso en el S&P 500. Su continuo crecimiento, impulsado por la innovación y la adopción de nuevas tecnologías como la inteligencia artificial, es un motor clave para el índice.

Los sectores de Salud y Finanzas también tienen un peso considerable. El sector de la salud se beneficia de la demanda constante y el envejecimiento de la población, mientras que el sector financiero se ve influenciado por los cambios en las tasas de interés y el rendimiento de la economía.

El S&P 500 actualmente se mantiene por encima de su media móvil de 50 y 200 días. Esto es una señal alcista importante, indicando que la tendencia a corto y largo plazo sigue siendo positiva.

El Índice de Fuerza Relativa (RSI): El RSI se sitúa alrededor de los 60, lo que no indica una condición de sobrecompra ni sobreventa extrema, sugiriendo que el impulso actual es sostenible.

La desviación estándar de los rendimientos del S&P 500 en el último año ha sido relativamente baja en comparación con periodos de alta incertidumbre, lo que confirma el hallazgo de la curtosis de que el riesgo de movimientos extremos es bajo.

El Índice VIX se encuentra en un rango de 12 a 15 puntos, que históricamente se considera bajo. Esto indica que el mercado percibe un nivel de riesgo bajo y que la confianza entre los inversores es alta.

El Sharpe Ratio del S&P 500 para el periodo analizado ha sido consistentemente positivo y se ubica en un nivel muy competitivo, lo que implica que el índice ofrece un rendimiento superior al de la inversión libre de riesgo por cada unidad de riesgo asumido.

La combinación del análisis fundamental y técnico, junto con una evaluación de riesgo favorable, refuerza la conclusión inicial. El S&P 500 no solo ha demostrado una fuerte tendencia alcista y baja probabilidad de eventos extremos, sino que también se beneficia de un entorno macroeconómico positivo, un liderazgo sectorial robusto y una baja volatilidad general del mercado.

La inversión en el S&P 500 sigue siendo una opción muy atractiva para un horizonte de inversión a largo plazo.

El gráfico del S&P 500 muestra un crecimiento significativo desde enero de 2010 hasta septiembre de 2025, con un rendimiento impresionante del 485,35%. Esto indica un fuerte crecimiento a largo plazo y una tendencia alcista clara.

La tabla muestra correlaciones muy altas para las tendencias polinómicas:

    • Correlación lineal: 95,67%
    • Correlación polinómica (orden 6): 98,18%
    • Correlación polinómica (orden 3): 98,90%

Estas correlaciones, especialmente las polinómicas, sugieren que el crecimiento del S&P 500 se ajusta muy bien a un modelo de tendencia. La alta correlación polinómica de orden 3 y 6 indica que el crecimiento no es estrictamente lineal, sino que ha tenido variaciones a lo largo del tiempo, pero sigue un patrón predecible. Esto es una señal positiva de estabilidad y crecimiento sostenido a largo plazo.

Los valores de la media (2875,43), mediana (2539,6) y moda (1314,5) son diferentes. Esta diferencia es un indicador de asimetría o sesgo en la distribución, lo cual se corrobora con el valor del coeficiente de asimetría de 0,716. Un coeficiente positivo indica que la cola derecha de la distribución es más larga y que los datos están sesgados hacia la izquierda. Este sesgo es común en los mercados alcistas, donde los precios tienen más probabilidad de moverse al alza.

El valor de la curtosis es -0,477, lo que significa que la distribución es platicúrtica (o tiene colas más delgadas que una distribución normal).

El estudio de la curtosis es crucial para la gestión de riesgos. Una distribución con alta curtosis (leptocúrtica) tiene colas más "pesadas" y más datos atípicos (outliers), lo que sugiere una mayor probabilidad de eventos extremos (por ejemplo, caídas drásticas del mercado). En este caso, la baja curtosis (-0,477) indica una menor probabilidad de eventos de cola (riesgos extremos), lo que es un buen indicador para la inversión.

El histograma muestra la distribución de las frecuencias de los precios. La forma de la distribución, junto con el polígono de frecuencias, confirma lo que indican las estadísticas descriptivas, la distribución no es perfectamente normal, sino que tiene un sesgo positivo, como se mencionó anteriormente.

Considerando el análisis estadístico y econométrico, la inversión en el S&P 500 en este momento parece ser una opción viable.

El rendimiento histórico es muy sólido (485,35%), la tendencia es claramente alcista con una alta correlación polinómica, y las estadísticas de riesgo (curtosis) indican una baja probabilidad de eventos extremos.

Si bien los datos son muy positivos, es importante recordar que los rendimientos pasados no garantizan rendimientos futuros. Sin embargo, la robustez y la alta correlación de la tendencia sugieren que el índice podría seguir su trayectoria ascendente.

Desde un punto de vista puramente econométrico y estadístico, la tendencia a largo plazo es positiva y el riesgo parece estar relativamente controlado, lo que sugiere que es un buen momento para considerar la inversión.

 

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