Lo primero que haría es analizar si los niveles
de soporte y resistencia identificados en el corto plazo coinciden con los
niveles de marcos de tiempo más amplios. Si un soporte o resistencia se alinea
en los tres gráficos, le daría mayor peso como un posible punto de inflexión
del precio.
La desviación estándar y el rango de precios en
cada periodo me darían una idea de la volatilidad histórica. Una alta
volatilidad podría implicar movimientos de precios más amplios y la necesidad
de estrategias de gestión de riesgos más robustas.
Al analizar el R2 de los modelos
lineales. Si es bajo, indicaría que el tiempo por sí solo no es un buen
predictor del precio, lo cual es común en mercados eficientes. Sin embargo,
podría buscar patrones en los residuos del modelo para identificar posibles no
linealidades o eventos no capturados.
Si las probabilidades indican una alta
probabilidad de que el precio se mantenga por encima de un soporte clave o
encuentre resistencia en un nivel determinado, lo consideraría como un factor
adicional en mi decisión.
Cruzaría la información técnica con los
fundamentales. Por ejemplo, si el análisis técnico sugiere un soporte fuerte,
pero los fundamentales indican un deterioro de la salud financiera de la
empresa, sería cauteloso. Unos buenos fundamentales podrían reforzar la
confianza en que un soporte se mantenga.
La decisión que tomaría dependería de mi
horizonte de inversión y mi tolerancia al riesgo:
Si los soportes a corto plazo coinciden con los
de mediano plazo y la tendencia a corto plazo es alcista, podría considerar una
posición de compra cerca del soporte, estableciendo un stop-loss por debajo del
mismo. Si encuentro una resistencia clara que coincide en varios plazos y la
tendencia a corto plazo muestra signos de agotamiento, podría considerar una
posición de venta o tomar ganancias.
Me enfocaría más en la tendencia general
observada en los gráficos de mediano y largo plazo, así como en los
fundamentales de la empresa. Los soportes a largo plazo serían niveles
interesantes para considerar aumentar mi posición, especialmente si los fundamentales
respaldan el valor de la acción. Las resistencias a largo plazo podrían ser
puntos para evaluar la toma de ganancias parciales.
El enfoque se basaría en una confluencia de factores.
No tomaría una decisión basándome únicamente en un indicador o un gráfico. La solidez de los soportes y resistencias
confirmada en múltiples temporalidades, la tendencia general,
la volatilidad
histórica, una interpretación
cautelosa del modelo econométrico, las probabilidades (si son significativas)
y, crucialmente, el respaldo
de los fundamentales serían los pilares de mi decisión.
Es importante recordar que el análisis técnico
y econométrico son herramientas probabilísticas y no garantizan resultados. La
gestión del riesgo, a través de la diversificación y el establecimiento de stop-loss, siempre sería una
parte integral de cualquier estrategia de inversión o trading.
Cuando se hace uso de las
tendencias polinómicas proporcionan una valiosa perspectiva sobre la evolución
histórica del precio de Microsoft. Sin embargo, es crucial utilizarlas con
discernimiento y en conjunto con el análisis técnico y fundamental, sin caer en
la trampa de creer que los patrones pasados se repetirán necesariamente en el
futuro. La clave está en entender las fuerzas subyacentes que impulsan el
precio de la acción y cómo estas fuerzas podrían evolucionar.
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