lunes, 21 de octubre de 2024

CUENTO PARA NIÑOS "EL ORIGEN DEL DINERO"

Había una vez, en un pequeño pueblo llamado Truequeville, donde la gente intercambiaba cosas para conseguir lo que necesitaban. Si alguien tenía muchas manzanas, pero necesitaba pan, iba al panadero y le ofrecía manzanas a cambio de pan. Este sistema funcionaba bien, pero a veces era complicado.

Un día, un niño llamado Tomás se dio cuenta de que no siempre era fácil encontrar a alguien que quisiera intercambiar exactamente lo que él tenía. “¿Qué pasaría si tuviéramos algo que todos quisieran?” pensó Tomás.
Tomás habló con los ancianos del pueblo y les propuso una idea. “¿Y si usamos pequeñas piedras brillantes como las que encontré en el río? Todos podríamos aceptar estas piedras a cambio de cualquier cosa.”
Los ancianos pensaron que era una idea interesante y decidieron probarla. Pronto, todos en Truequeville comenzaron a usar las piedras brillantes para intercambiar bienes. Si alguien quería pan, le daba al panadero algunas piedras brillantes. Si necesitaba leche, le daba al lechero algunas piedras.
Con el tiempo, las piedras brillantes se convirtieron en algo muy valioso. La gente las llamaba “dinero”. Ahora, en lugar de llevar manzanas o pan por todo el pueblo, solo necesitaban llevar sus piedras brillantes.
Tomás estaba muy contento de ver cómo su idea había ayudado a todos en Truequeville. Y así, el dinero nació y comenzó a ser usado en todo el mundo, facilitando el intercambio de bienes y servicios.



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